martes, 7 de agosto de 2012
La motivación laboral.
Mucho se ha escrito y mucho se escribirá sobre la motivación en el trabajo, sobre la forma de fomentarla o potenciarla.
La principal forma de motivación que utilizan las empresas es la económica, pagando bonos o sobresueldos a sus trabajadores. El problema es que, muchas veces, si esa retribución adicional se convierte en habitual, pasa a percibirse por el empleado como un derecho adquirido y pierde su eficacia motivadora. Es más, cuando se quiere revisar o se decide eliminar, lo que se genera no es el estímulo de intentar hacer méritos para volver a merecerla, sino todo lo contrario; es decir, la protesta o el desencanto por entender que se menoscaba un derecho ya consolidado.
Por eso, habría que buscar otras formas no económicas de motivación.
Proponemos tres formas no económicas, al menos directamente, de motivar
- Involucrar al trabajador en la vida de la empresa y proporcionarle feedback.
- Ser flexible para favorecer la conciliación de la vida personal y familiar del trabajador con su profesión, estimulando, por ejemplo, el teletrabajo.
- Conceder más autonomía al trabajador, a medida que éste va demostrando un desempeño eficaz en el trabajo.
Sin duda, hay otras muchas...
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